¿Cómo entreno a mi perro para que esté limpio?

¿Cómo entreno a mi perro para que esté limpio?

El entrenamiento para ir al baño de un cachorro o un perro adulto requiere paciencia por parte del dueño. No sucede en un día. Como todas las tareas de entrenamiento de un perro, lleva tiempo enseñar a su cachorro lo que debe y no debe hacer para asegurar su bienestar y su crecimiento personal. Te mostramos cómo hacerlo.

Señales para observar

En primer lugar, podemos decirle que la noción de limpieza es innata en su perro. De hecho, se puede notar que desde una edad temprana, no defecará donde se acuesta, ya sea en la cesta o en la perrera. Encontrará un rincón para defecar y/u orinar. Sin embargo, para establecer su casa, tendrás que encontrar un lugar fuera de la tuya. Si vives en un apartamento, depende de ti encontrar un lugar más apropiado.

Tanto si tiene un cachorro como un perro adulto, su mascota mostrará las mismas señales cuando quiera soltarse. Todo lo que tienes que hacer es observarlo cuidadosamente cuando hace estos gestos:

Olfatea el suelo, temblando alrededor de la casa. Esto significa que está buscando el olor de la orina y un lugar para aliviarse.

Se pone ansioso o nervioso cuando camina en círculo rápida y ansiosamente.

Te mira con tristeza y a veces ladra.

Estar atento a los diferentes lenguajes corporales de su compañero canino le ayudará a entender su comportamiento. También le permitirá crear y reforzar la comunicación entre ustedes. Esto será esencial en sus futuras relaciones y en el aprendizaje que pronto seguirá. Por lo tanto, se recomienda que enseñe a su amigo canino estas nociones desde una edad muy temprana.

¿Cuándo debería introducir a su perro en la limpieza?

Algunos dueños se preguntan a qué edad deberían empezar a entrenar a sus perros. En realidad, no hay un período de tiempo específico, pero cuanto antes mejor. Además, una vez que el animal haya adquirido estos hábitos, los aplicará a medida que crezca.

Sin embargo, los especialistas no recomiendan el entrenamiento antes de que el cachorro tenga 2 meses. ¿Por qué no? Simplemente porque durante esta edad, su cachorro aún no tiene control sobre sus esfínteres. Así que no podrá contenerse cuando tenga ganas de defecar. En general, se aliviará en un área específica de la casa debido al olor. Si lo ha hecho una vez, lo hará una segunda vez, y una tercera vez, y así sucesivamente.

Está entre sus 4e y sus 6e meses que tienes que inculcarle la noción de propiedad. Y para hacer esto, asegúrese de salir con frecuencia y regularmente. Como su compañero canino no podrá contenerse más de 5 o incluso 6 horas como máximo, asegúrese de pasearlo periódicamente durante un período de tiempo espaciado 2 o 3 horas.

Por lo general, su perrito querrá hacer sus necesidades después de las comidas, después de una siesta o al final de una sesión de juego. Cuando sienta un fuerte impulso, acompáñelo afuera o al lugar que le ha preparado para este propósito. Si se suelta, evita el error de meter la nariz en sus heces u orina golpeándolo o regañándolo. Esto le hará sentir miedo y hará que se esconda para aliviarse.

La caminata periódica

Si tiene un jardín a su disposición, ponga periódicos o trapeadores en él. Mientras limpia, deje unos trozos de papel o tela empapados en su aroma para que su mascota pueda reconocer fácilmente el lugar durante las salidas. Si no tienes un patio, siempre puedes llevar a tu amigo a dar un paseo por un lugar familiar para que pueda encontrar fácilmente sus marcas. La mejor alternativa sigue siendo el parque. Esto también fomentará la interacción de su perro con otros animales.

Durante la fase de educación, no olvides recompensar a tu perrito por cada buena acción. Para hacerlo, acarícielo o anímelo. También puedes darle golosinas, pero evita excederte.

La buena nutrición

El entrenamiento de su perro para ir al baño se basará principalmente en una dieta equilibrada. La comida que su mascota come no sólo afectará a su sistema digestivo, sino también a su vejiga. Cuantas más croquetas o alimentos de mala calidad le dé a su perro, más probable es que defeque más de lo habitual y en grandes cantidades. Por lo tanto, hay que elegir lo que come, respetando las raciones y los horarios de comida.

La jaula: una solución práctica

Los conocedores también recomiendan la caja para optimizar la educación de un perro. Si algunos propietarios siguen siendo reacios a utilizar este material, puede convertirse en una alternativa eficaz en el proceso de enseñanza. Este tipo de equipo se recomienda a veces cuando no solemos vigilar a nuestro perrito.

Sin embargo, tendrá que elegir el dispositivo con cuidado. Su compañero canino no debe tener calambres. Seleccione un modelo donde pueda acostarse y cambiar de posición. Los ejemplares equipados con un separador siguen siendo los más populares entre los dueños, porque una vez dentro, su perrito se molestará al oler los malos olores causados por sus necesidades.

Además, no castigues a tu mascota enviándola a la jaula. Si estás en casa, asegúrate de que tu perro siempre tenga la oportunidad de verte. El módulo debe considerarse como un hábitat temporal cuando esté ocupado y no desee ser molestado.

El collar como último recurso

Por otro lado, también puedes orientarte en una collar de perro… para la educación. Con la evolución de la tecnología, estos dispositivos están equipados con electrónica programable. Envían estímulos como vibraciones o señales de sonido para atraer la atención del animal.

Sin embargo, no suponen un riesgo para la salud de tu bola de pelo y también pueden ayudar a tu bola de pelo a concentrarse cuando te comunicas con ella. Por ejemplo, las alertas están asociadas a acciones para prohibir a su compañero canino hacer algo.

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