¿Cómo se cuida a un hámster?

¿Cómo se cuida a un hámster?

Muy lindo, el hámster es una pareja perfecta para los amantes de los roedores. La cuestión es cómo cuidarlo para que prospere en su entorno. Para ello, hay que tener en cuenta su jaula, la comida, la basura, los juguetes y la higiene. Para completar el cuadro, recuerde acariciar a su mascota en cada oportunidad.

Eligiendo su jaula

El paso más importante que hay que dar es proporcionarle un hogar adecuado: un jaula de hámster barata o un modelo más completo y caro según sus medios. La elección de este último es muy importante, porque los roedores necesitan estar móviles y cómodos en todo momento. Por lo tanto, elija una estructura que sea lo suficientemente larga, ancha y alta.

Una versión que mide 60x90x40 cm puede hacer el truco. Tenga en cuenta que una casa demasiado pequeña confinará a su mascota. Afortunadamente, tiene una multitud de variedades disponibles en el mercado. Estos ya están equipados con el equipo básico necesario.

Además de estos accesorios, coloque la arena para roedores en el fondo de la jaula. Esta acogedora camilla puede ser usada como una litera o un mini césped. Debería tener al menos 7 cm de largo.

Hidratarlo adecuadamente

Como todas las mascotas, los roedores necesitan una nutrición adecuada para sobrevivir. Depende de ti proveer comida y agua diariamente. Para ello, coloque un cuenco de agua de arcilla en el fondo de la jaula.

Debe ser lo suficientemente pesado para mantenerse en su lugar bajo el peso del roedor. Por lo demás, una botella de béisbol sigue siendo una buena opción. Este dispositivo se aferra a las paredes y por lo tanto no es probable que se vuelque.

En promedio, el hámster consume el equivalente a 10 ml de líquido por día. Sin embargo, recuerde rellenar su contenedor con agua fresca todos los días o al menos cada dos días.

Aliméntalo diariamente

El hámster se alimenta principalmente de todo. Mezcla tantas semillas como puedas para variar la ingesta nutricional. También hay productos para roedores listos para comer en los estantes de venta: croquetas de hámster. Entre otras cosas, las verduras y los trozos de carne y queso están en el menú.

Para alimentar al bicho correctamente, coloca otro tazón de arcilla dentro de la jaula. Tenga en cuenta que la ingesta de alimentos de su mascota no debe superar los 15 g por día. Si pones demasiado en su taza, rápidamente aumentará de peso.

Proporcionarle una camada adaptada

En cuanto a la higiene, el hámster es un animal vulnerable a la más mínima intoxicación y requiere cuidados especiales. Para el bienestar de su anfitrión, delimite un perímetro separado en el fondo de la jaula para una caja de desechos, es decir, en el lado opuesto de los tazones de comida.

Esto traerá la higiene a la casa de su roedor a pesar del espacio limitado. Al elegir uno, opte por la versión para la palma de la mano. Suave, absorbente e inodoro, combina todas las ventajas que ofrece la versión de lino, cáñamo o maíz.

Por otro lado, falta su precio. Comparado con esto último, vale el doble, el triple o incluso el cuádruple. El precio es de unos 5 euros por kilogramo.

Proporcionarle los cuidados básicos

Los dientes del hámster tienden a crecer continuamente. Normalmente, el roedor se las arregla para recortarlas de forma natural. Para ello, no olvides insertar un bloque de madera en su jaula. Lo roerá instintivamente.

Las quenottes excesivamente largas pueden afectar la salud del animal. En este caso, depende de ti intervenir y archivarlas suavemente. Para evitar lesionarlo, a veces es preferible consultar a una clínica veterinaria.

Aprovechar y hacer que se traten las garras al mismo tiempo. El tamaño de las garras también puede limitar los movimientos del roedor. Y para el aseo, puedes estar seguro. El hámster es capaz de cuidarlo sin ayuda de nadie.

Divertirlo tanto como sea posible

El hámster es muy juguetón. Está acostumbrado a correr y a escalar instintivamente. Por lo tanto, la falta de distracción afectará a su bienestar y salud. Esto llevará a un sobrepeso y a la inactividad.

Dale juguetes para que pueda florecer de verdad. Asegúrate de que la rueda esté bien ajustada y sea segura para su columna vertebral. Los entusiastas del bricolaje, optan por una polea sólida de más de 20 cm de diámetro. También se usará una pequeña escalera para subir a la cima de la jaula. Los rollos de papel higiénico actuarán como un túnel. Las cajas de cartón vacías pueden utilizarse como refugios o tapas de alcantarilla. Las bolas de plástico se transformarán en balbuceos para el roedor.

Acariciándolo en cada oportunidad

El contacto físico con el hámster contribuye a su bienestar. A menudo se dice que además de comida, el roedor necesita afecto. Si está acostumbrado a sostenerlo y acariciarlo a menudo, se sentirá más cómodo y bienvenido.

Gritarle o molestarle durante su tiempo de juego le hará tímido, incluso agresivo. El hámster también aprecia salir de la jaula. El descubrimiento de nuevas áreas de actividad lo excita. Por lo tanto, déjenlo retozar fuera de su casa ocasionalmente.

Sin embargo, antes de intentar este tipo de experimento, marque el perímetro con antelación. De esa manera, podrás rastrear cada uno de sus movimientos.

No olvides los detalles

Anticipar las caídas del roedor. A fuerza de escalar las paredes, a menudo cae desde muy alto. Esto podría perjudicar al animal si no aterriza. Asegúrate de que la jaula esté acogedora en el fondo. De esta manera, al menor contacto muscular, el pequeño bribón escapará ileso.

Limpia la casa de tu hámster regularmente para mantenerla en forma. Renueva la camada con una frecuencia de una o dos veces por semana. Cambie la ubicación de la estructura si parece molestar al roedor.

Que el animal se esconda en su casita día y noche es una señal que no engaña. Coloca la puerta en lo alto de una habitación tranquila. Y en términos de brillo, prefieren un lugar brillante lejos de la luz solar directa en lugar de cerca de una ventana.

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