¿Cómo se alimenta a un gato que no quiere comer?

¿Cómo se alimenta a un gato que no quiere comer?

El gato sigue siendo la mascota más común en los hogares modernos y por lo tanto una de las más apreciadas. Se considera un verdadero miembro de la familia. Como resultado, estamos preocupados por todo lo que le pase, bueno o malo. Especialmente cuando su comportamiento difiere del comportamiento cotidiano, como dejar de comer.

¿Por qué un gato deja de alimentarse?

Es obvio que algo va mal en cuanto nuestro gato empieza a rechazar su comida. De hecho, varias razones pueden causar este tipo de inconvenientes.

Nutrición inapropiada

Las bacterias o toxinas pueden contaminar los alimentos. Se convierten en un peligro para la salud, especialmente si se empieza a ingerir. Esto puede sucederle a nuestro felino cuando decide mordisquear comida caducada en algún lugar. Como resultado, esta forma de envenenamiento puede provocar dolores de estómago, diarrea y vómitos, lo que lleva a la pérdida de apetito.

Después, hay veces en que se le da al animal las sobras del almuerzo o la cena. Es importante saber que las comidas que comemos son demasiado grasosas para el animal. A veces también compramos productos baratos para ofrecerlos después. La vista de comida de mala calidad arruinará el apetito de su mascota. Saber que un gato tiene una sensibilidad importante sobre todo lo que le rodea.

En segundo lugar, se puede decir que los buenos hábitos no molestan a un felino. Su preocupación comienza cuando su amo toma la decisión de cambiar su comida habitual. Este cambio abrupto lo lleva a no tener más ganas de comer.

Además, otras razones que lo empujan a no querer más sus croquetas son, en primer lugar, un cambio en sus adicciones. Puede que no le guste la idea de colocar su tazón en un lugar diferente o cerca de su caja de arena. Entonces, al hablar siempre de la costumbre, odia moverse, lo que le hace sentirse estresado. Necesita tiempo para adaptarse. De la misma manera, la comida que se deja a la intemperie durante varios minutos y luego se enfría, hará que sea reacio a comerla. Por otro lado, los tazones que no han sido limpiados por un tiempo pueden ser desagradables para un gato.

Signo de una patología

Si tu bola de pelo ya no tiene hambre, puede que le duela en alguna parte. Empieza por ver si tiene un problema dental. Al igual que los humanos, sus dientes pueden causarle un verdadero dolor. Esto puede ser causado por el sarro o la enfermedad periodontal.

Además, uno de los raros casos, pero que sigue siendo embarazoso y peligroso para este animal, es la existencia real de bolas de pelo en su estómago. Puede que se las haya tragado durante la ingestión. Además, cuando le da fiebre, se siente débil y no quiere hacer nada.

Además, su pérdida de apetito puede ser el resultado de la osteoartritis, que causa dolor en sus articulaciones. Como resultado, tendrá dificultades para realizar ciertos movimientos como agachar la cabeza para llegar a su cuenco. Finalmente, enfermedades como la diabetes, la insuficiencia renal o cardíaca, y la dificultad para respirar como el coryza, crean un verdadero trastorno físico para este felino.

Influencia del entorno externo

No vamos a decir que un gato tiene sentimientos como los humanos, sino que tiene una fuerte sensibilidad. Todos los eventos que suceden afuera los afectan tanto como a nosotros. Esto puede afectar a su apetito.

Algunas circunstancias inusuales pueden hacer que deje de comer. Por ejemplo, una mudanza puede causar que se estrese porque ya no puede encontrar su antiguo refugio.

Además, la pérdida de un compañero lo entristecerá. Además, puede haber casos en los que se ha creado una competencia entre él y otros animales que viven bajo el mismo techo que él. En este sentido, no es aconsejable servir a todas las mascotas en la misma habitación, especialmente si hay un recién llegado. Esto podría hacerlo más molesto.

Además, el clima también puede influir en el apetito de estos animales. Si hace demasiado calor, los satisface rápidamente. Finalmente, su gato puede haber comido ya en casa del vecino, así que ha terminado de llenar su estómago.

¿Cómo se pueden remediar todos estos casos?

Dicen que siempre hay una solución para cada problema. De hecho, hay diferentes trucos para aplicar para que nuestra bola de pelo recupere su apetito.

Consigue que coma.

En primer lugar, si tiene un problema con el dolor de dientes, dale alimentos suaves y húmedos para facilitar la masticación. En segundo lugar, si la comida se enfría, caliéntala un poco, verás que la prefiere así. En tercer lugar, tratar de reducir la cantidad de croquetas, por ejemplo, para mantenerlas frescas y hacer que el animal quiera comerlas. Afortunadamente, hay un nuevo dispensador de comida para gatos permitiéndole determinar por sí mismo las porciones adaptadas a las necesidades de su gato.

Luego, para atraerlo a su plato, mézclelo con levadura de cerveza o aceite de salmón, o aceite de colza. Estos elementos no sólo proporcionan los nutrientes necesarios para la salud de los felinos, sino que también tienen un gran sabor.

Después, es mejor cambiar gradualmente los platos de nuestro compañero para permitirle adaptarse a ellos poco a poco y recuperar el placer de degustarlos. Además, puedes preparar cuidadosamente un caldo de carne o de verduras y darle un poco.

Además, no olvides limpiar su bol en cada comida, porque comer adecuadamente le hará más entusiasta. Al final, no dude en motivarlo dándole directamente su paté y asistiéndolo hasta que termine.

Mejorar el medio ambiente

Tener demasiados animales en la casa creará una cierta competitividad entre ellos. La mejor manera de hacerlo es separarlos cuando comen. De esa manera, todos pueden disfrutar tranquilamente de su comida por su cuenta.

Luego, siempre tranquiliza a tus amigos de cuatro patas tan pronto como surja una nueva situación para que se sientan menos ansiosos.

Consulte a un veterinario

El último paso es llevar a su felino al veterinario si ninguna de las técnicas sugeridas anteriormente han tenido éxito. Esté siempre atento al comportamiento de su gatito.

Tan pronto como aparezcan síntomas más graves como diarrea, vómitos o hinchazón del abdomen, actúe inmediatamente llevándolo a ver a un especialista lo antes posible. Además, si no come en 48 horas, llévelo a un especialista lo antes posible.

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